3.30.2006

Hormigas y cigarras

Hoy me acuerdo de ese cuento de "cama" que hablaba de una hormiga y una cigarra. Ah no, era una fábula. Cómo sea, me acordaba de la historia. Antes que llegue el invierno, las hormigas se ponían a trabajar sin parar para así poder sobrevivir en el invierno (inteligentes, las enanas), y criticaban a la haragana cigarra que prefería seguir yendo a eisha hasta que el último rayo de sol queme su antenas.

Y me acuerdo de este cuento porque el invierno se acerca, y quisiera que las hormigas piensen un poco como la cigarra porque no importa dónde esté, tengo una hormiga al lado. Es más, no sólo al lado, las tengo en el cuerpo caminando por mi brazo, mi espalda, mi pierna, mis dedos... joder. De dónde salen y cómo llegan ahí?? Pensé que era solo mi casa, dije "claro, será por el jardín". Llegué a la oficina y maté una que caminaba por mi brazo... maldita, acá no encontrarás provisiones para invierno, lárgate.

Ahora mismo, terminando de escribir este post, acabo de matar a otra en mi espalda. Para joderla más, un torito acaba de entrar y está próximo a chocarse con la pantalla de la computadora. Mejor la apago, además es tarde.

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